Hasta aquí deberíamos haber llegado « El Incordio

Yo os llamo a todos a un gran acuerdo. Yo os llamo a todos, líderes en Red, a que nos guiéis en una lucha por la libertad como posiblemente antes nunca se vio en la historia (y sabéis que no exagero… si queréis). Yo os llamo a todos para que pongáis en marcha vuestra imaginación -que es amplia, fértil e inagotable- y designéis objetivos, que penséis de qué manera podemos dañar a los traidores, de qué manera podemos quebrantar a los políticos que ayer nos apuñalaron alevosamente. Que penséis, entre todos, dónde les puede doler más. Y que lo hagáis coordinadamente, casi diría hermanadamente. Que abandonéis ideologías más allá de vuestro fuero íntimo: ellos no tienen ideología. Ellos son los cipayos de la embajada americana o de la Warner Brothers o de cualquiera de estas. Incluso son cipayos de mindundis de baja estofa simplemente enriquecidos sin otro mérito que la habilidad de los publicistas de las compañías que los promocionan; que ya es ser cipayo. No hay derechas ni izquierdas. En la España de hoy (y, según me temo, en la Europa de hoy) sólo hay ciudadanos y políticos. Ciudadanos que ansiamos la libertad y que la hemos encontrado -en una mínima pero refrescante porción- en la Red; y políticos corruptos que sólo piensan en medrar sirviendo a cualquiera menos a los ciudadanos que los sentamos en el comedero y cuyo único afán es que ese estado de cosas no cambie.

vía Hasta aquí deberíamos haber llegado « El Incordio.

Escuchando: Heathcliff – Diva Destruction

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Clarks Spain (y 2)

Parece que fue ayer, pero lo cierto es que ha pasado ya año y medio desde que escribí esta entrada titulada Clarks Spain en la publicaba una carta abierta dirigida a esta empresa, en la que ponía en su conocimiento mi descontento con el resultado que me había dado uno de sus pares de zapatos. Bien, ha llegado el momento de dar a Dios lo que es de Dios, y al César… lo que es del César.

Después de que uno de los lectores de esta bitácora detallase los datos de contacto de Clarks  España en un comentario, el 14 de agosto de 2009 decidí enviarles un correo para informarles de la publicación de la entrada mencionada en el párrafo precedente. Diez días más tarde recibí respuesta del Dpto. de Atención al Cliente, solicitándome que remitiese fotografías del frontal, del lateral y de las suelas con objeto de determinar el modelo y si se trataba de algún fallo de fabricación.

Cuando me fue posible (unos días más tarde) envié las imágenes solicitadas y recibí nueva respuesta el 31 de agosto, cuyo texto reproduzco a continuación:

Estimado cliente,

Con referencia a la reclamación efectuada sobre el par modelo Pilot II Chestnut Grained Leather que nos muestra en las fotografías, nos gustaría explicarle la razón por la cual se han degradado los pisos y como consecuencia se ha desprendido el cosido del piso.

El material con el cual están hechos estos zapatos es poliuretano, a veces este material se degrada antes en función de cambios bruscos de temperatura o por el uso y el paso del tiempo, como ha ocurrido en este caso, este deterioro no es único en Clarks sino que se da en cualquier producto compuesto por poliuretano ( PU).

Clarks ofrece una garantía de producto de dos años, el modelo que nos ha enviado se fabricó y distribuyó por última vez en el año 2000, tiene 9 años y está fuera del periodo aplicable por ley en el que las fábricas deben responder ante roturas o deterioros de los productos, está fuera de garantía y con objeto de ser ecuánimes con todos nuestros clientes no podemos hacer ninguna concesión especial hacia usted. No podemos garantizar un calzado por tanto tiempo.

Todos los materiales se degradan por el paso del tiempo. Es un proceso natural que cumple cualquier material perecedero.

Quisiéramos agradecerle el tiempo que se ha tomado en contactar con nosotros y le pedimos disculpas por cualquier molestia ocasionada

Sin otro particular y lamentando no poder aceptar esta reclamación, atentamente,

Dpto. Atención al cliente.

Sin más, el 31 de agosto agradecí que me hubiesen aclarado el motivo de la degradación de la suela de este par de zapatos y su amable atención, dando el tema por zanjado.

En fin, ¿nueve años son mucho tiempo? No sé, quizás sí. Mucho y poco son conceptos relativos. Desde luego es cierto que el poliestireno se degrada con el paso del tiempo, de hecho me ha ocurrido lo mismo con calzado deportivo de Converse y con zapatos Camper. A día de hoy sigo siendo usuario de calzado Clarks (en las últimas rebajas de verano me compré un par de zapatos sport con gore-tex pensando en mis viajes de trabajo). Eso sí, visto lo visto… ya tengo presente que muchos fabricantes de calzado diseñan y manufacturan zapatos con fecha de caducidad.

Quizás sea el signo de los tiempos, amigos.

Escuchando: Ah, putrefaction – Hans Zimmer [Sherlock Holmes OST]

Música del Maestro Corberó

No es la primera vez que dedico unas líneas al Radar en este blog, y probablemente no será la última. En esta ocasión tengo el placer de celebrar la victoria judicial de Sevi, ya que ha sido absuelto en el proceso interpuesto por las entidades de gestión de los productores fonográficos (AGEDI) y de los intérpretes o ejecutantes (AIE) (con expresa condena en costas a las demandantes, además). A continuación cito un fragmento de la sentencia, os recomiendo encarecidamente su lectura (o al menos la lectura del artículo al respecto de Javier de la Cueva):

Especialmente significativa, respecto al tipo de música del bar, fue la declaración del testigo Javier R., quien manifestó que había llegado a poner sonidos de la máquina de hielo y del congelador, concretamente la denominó, «música del maestro corberó».

Gracias Sevi, a ti y a todos los que lucháis por nuestros derechos. A ver si algunos van tomando nota.

Escuchando: We paint the town beige – Kammerfliemmer Kollektief