El futuro del periodismo (II)

Es curioso. Hace un par de semanas escribía unas líneas sobre este tema y resulta que hoy me encuentro en Baquia con esta noticia titulada You Tube apuesta por el periodismo ciudadano.

No creo que este tipo de «canales» vayan a tener un gran éxito, aunque nunca se sabe, igual me equivoco. Eso sí, creo que este tipo de contenidos podrían ser un «complemento» útil para las noticias presuntamente serias

Escuchando: Bruma – Moviola

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El futuro del periodismo

Aquí tenemos un tema que me divierte enormemente y que, además, se está poniendo muy moda; así, cada vez es más habitual encontrarse con alusiones al periodismo ciudadano, al periodismo digital, etc. Por ejemplo, esta entrada de Baquia.

La verdad -y esto es una mera opinión personal- es que no he creído nunca en el Periodismo. Todo eso de publicar información de actualidad con ánimo informativo respetando el correspondiente código deontológico (sí, ese que defiende la imparcialidad del periodista y la importancia de las fuentes veraces y contrastadas). Que sí, que suena muy bien, pero no deja de ser un desideratum. La realidad con la que me encuentro es la de medios manipulados y manipuladores. Para mí es algo tan evidente que no creo ni que sea necesario poner ejemplos (de hecho en la prensa nacional no dejaría títere con cabeza). Y es que ya decía el Sr. Wilde que «hay mucho que decir en favor del periodismo moderno; al darnos las opiniones de los ignorantes, nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad».

Creo que la mayor dificultad a la que se enfrenta el periodismo es la imposibilidad que padece el ser humano de ser imparcial. Es así, qué se le va a hacer, el ser humano es un ser subjetivista. Cuánta razón tenía Hunter S. Thompson con su periodismo Gonzo. Al menos se trata de algo mucho más divertido.

Y seguro que alguien se estará preguntando ya… ¿y entonces qué? ¿Consideras acaso el periodismo prescindible? No, tampoco se trata de eso. No hay necesidad alguna de que nos pongamos tremendistas. Pero, sin necesidad de excesos melodramáticos, lo que resulta obvio es que internet ha cambiado las reglas del juego. Y las ha cambiado totalmente. Porque claro, aquello que comentaba alegremente A. J. Liebling de que «la libertad de prensa está limitada a los que poseen una» ya no es del todo cierto.

Y pienso que no es necesario haber estudiado periodismo para informar -o desinformar-. Pienso que no es necesario -ni prudente- erigirse cronista, adalid de la verdad o portador de la luz. Y pienso que el periodismo que hemos conocido tiene los días contados.

Pero bueno, recordemos que es mejor no ponerse demasiado trascendentales. Sólo hay que dar tiempo al tiempo.

Escuchando: Lie to me – Leandra