Anoche tuve el placer de asistir al concierto de Mileth y Cuélebre en Independance Club. Se trata de un evento que no se me escapó porque le sigo la pista a Cuélebre desde que los descubrí en junio de 2015, debido a su participación en la primera edición del festival Raíz Ibérica.
Aforo a media asta para una propuesta musical de nicho. Considerando que este evento se programó en pleno puente de todos los santos, no está mal, para qué mentir. Además, soy de los que piensan que la calidad es más importante que la cantidad… y creo que todos los implicados, público y artistas, nos plantamos allí con la mejor disposición para disfrutar de la velada.
Hora temprana de inicio que, sumada a la puntualidad, se tradujo en una hora temprana de finalización. Eso, para mí, es motivo de enhorabuena. La buena organización se agradece.
Ahora, a la faena.