Hace unos días decidí darme un capricho. Uno de los usuarios de auriculares.org puso a venta unos audífonos de gama alta con menos de 100 horas de uso (es decir, ni siquiera el tiempo mínimo de «rodaje») y llevo ya unas cuantas horas de escucha con este dispositivo. Contaba ya con un par de auriculares más o menos serios (concretamente unos AKG 81 DJ que he utilizado esporádicamente con mi reproductor mp3 y en alguna ocasión para pinchar, y unos Sennheiser HD 200 que he utilizado muchísimo en casa, con mi Fast Track Pro), pero ninguno a nivel de audiófilo, y la curiosidad ha podido conmigo. Una imagen, aunque en este caso no valga más que mil palabras:
Las características de estos audífonos, según el fabricante, son las siguientes:
- Casco estereofónico Hi-Fi dinámico y abierto de calidad máxima.
- Membranas de nueva tecnología para una reproducción de musical casi libre de vibraciones parciales.
- Geometría del sistema magnético optimizado por ordenador para minimizar el factor de distorsión y las distorsiones de intermodulación.
- Bobinas de aluminio extremadamente ligeras para la transmisión exacta de los impulsos.
- Imanes de hierro-neodimio para un rendimiento máximo.
- Más gran confort gracias a la forma elíptica que se amolda a la anatomía de la oreja.
- Cable de conexión de cobre de alta conductividad (OFC), enchufable, alta resistencia a la rotura gracias al resfuerzo por fibras de kevlar, insensibilidad a los ruidos generados por la estructura del material utilizado para los cables.
- Timbre estereofónico muy natural y alta fidelidad de la coloración del sonido.
- Conectable directamente a aparatos Hi-Fi de alta calidad, especialmente DAT, DCC y tocadiscos CD.
Quien quiera profundizar en las especificaciones técnicas puede hacerlo aquí.
Cómo no, es inevitable preguntarse si merece la pena realizar un desembolso de esta envergadura por unos auriculares. La verdad es que, aunque resulte absurdo, reflexionando sobre esto se me ha «revelado» el sentido de esas siglas que ya estamos cansados de leer… «Hi-Fi». Alta Fidelidad, sí, pero ¿fidelidad a qué? Pues al sonido original de la grabación. Parece obvio, lo sé, una auténtica perogrullada, pero supongo que no siempre nos paramos a pensar en el sentido real de estas cosas. Y desde luego estos audífonos son Fieles al sonido, como unos monitores de estudio. Despliegan un sonido neutro, transparente, con graves poderosos, medios con cuerpo y agudos afilados. Y una espacialidad espectacular, sin duda uno de los aspectos en que he percibido una mayor diferencia en comparación con otros auriculares.
En cuanto a su usabilidad, decir que resultan muy cómodos, incluso para escuchas prolongadas. Eso sí, habrá que ver qué ocurre cuando llegue el verano, porque intuyo que darán bastante calor con estas almohadillas. Tiempo al tiempo. Ahora, a disfrutar.
Escuchando: Complicated – Paul Van Dyk [feat. Ashley Tomberlin]