No suelo dedicar entradas a la política, pero la situación en este país comienza a ser tan surrealista que resulta difícil no caer en la tentación. Algunos ejemplos:
- Este divertido vídeo de Rajoy acerca de la «Fiesta Nacional», que parece inspirado por el mismísimo Torrente y su célebre «¡Somos españoles, somos Superhombres!». Es de justicia reconocer que, en el fondo, sus declaraciones en el vídeo no tienen nada de extraordinario (y de hecho más de un Embajador ha declarado que no entiende el motivo de las críticas). Sin embargo, me temo que somos muchos los que podemos creer en España como ente supranacional de naturaleza aglutinadora, pero no como nación.
- Estas declaraciones de Magadalena Álvarez, una de las ministras mejor valoradas del ejecutivo actual (como es obvio esta afirmación es irónica), que muestran un grado de hipocresía fuera de lo común; como corresponde a todo buen animal político, por supuesto.
- Este vídeo de una de las intervenciones de Citadáns en la Cámara catalana, que puede ser útil para reflexionar acerca de las políticas de exclusión cultural y, lo que es más preocupante, la ruptura del principio de solidaridad a nivel estatal que estamos presenciando.
- La quema de fotografías de personajes públicos, acompañadas de «declaraciones personales» de todo tipo. No hay duda de que la monarquía es una institución anacrónica, obsoleta y condenada a desaparecer… pero vivimos en un mundo en el que mantener las formas es importante. El fin no justifica los medios, digo yo.
- Las actividades terroristas, que ahora escogen como objetivo a escoltas. Ver para creer.
- El revisionismo histórico. Que es muy interesante, pero que presenta ciertos riesgos, sobre todo el de la reducción al absurdo. No sé como aún no se le ha ocurrido a nadie reclamar compensaciones por los agravios sufridos por los gallegos desde 1230, por poner un ejemplo.
Y no continúo, porque podría seguir toda la mañana. ¡No olviden supervitaminarse y mineralizarse, amigos! Buena falta va a hacer.
Escuchando: Tova och konungen – Gjallarhorn