Recojo esta noticia de error500 acerca del nuevo álbum de Radiohead y su decisión de permitir que sus fans tengan acceso prioritario y, en caso de que opten por la opción de la descarga, puedan escoger el precio a pagar. Tal vez me equivoque, pero creo que el futuro de la música pasa por este planteamiento.
Siempre cabe la pregunta ¿y quién va a pagar por algo que puede conseguir gratis en las mismas condiciones? Pues supongo que aquellos que valoren el proyecto lo suficiente como para «patrocinarlo», para garantizar su viabilidad económica y recompensar el esfuerzo invertido. Mecenazgo moderno, por así decirlo.
Escuchando: The killing ground (The slips remix) – Recoil
Muy romántica su visión del mecenazgo, señor A, pero no estoy yo del todo de acuerdo con ella.
El estado de la industria es de sobra conocido, para las bandas «mainstream» resulta rentable incluso financiar sus grabaciones y distribuirlas libremente para después recuperar el dinero a base de tocar en directo.
No digo que no haya amor al a[r]te, pero seamos conscientes de que también hay una estrategia de mercado muy bien orquestada.
Sin acritud, por supuesto ;-)
Un abrazo.
Bueno, creo que yo calificaría mi visión de la industria musical de cualquier forma menos romántica; por el contrario, creo que se trata de una visión muy realista.
Hoy por hoy la música es gratis. Esto quiere decir que, como indicas, la mayor fuente de ingresos para los músicos vuelve a ser el directo (justo igual que antes del nacimiento del fonógrafo en 1887), de modo que volvemos al pasado. Mecenazgo (ya sea mediante publicidad, patrocinios, etc.) o… ¿hay acaso alternativas que se me escapan, ahora que la venta de música -especialmente en soporte físico- tiende a desaparecer?
Deberiamos haber hecho un podcast con la conversación de ayer…
La verdad es que sí, estuvo muy interesante la cosa. Habrá que repetirlo en algún momento.
Un abrazo :)