Arena en los zapatos, ropa mojada y ecos de tu voz.
He ahí los vestigios de las hogueras, de la música en la playa y de las ganas de fiesta.
Y no, aunque por momentos pudiese parecerlo, esto no es Ibiza.
Arena en los zapatos, ropa mojada y ecos de tu voz.
He ahí los vestigios de las hogueras, de la música en la playa y de las ganas de fiesta.
Y no, aunque por momentos pudiese parecerlo, esto no es Ibiza.